En lo que creo (J.G. Ballard)

"Creo en mis propias obsesiones, en la belleza del choque de autos, en la paz del bosque sumergido, en la excitación de un balneario desierto, en la elegancia de los cementerios de automóviles, en el misterio de los estacionamientos para coches de varios pisos, en la poesía de los hoteles abandonados"

sábado, 22 de agosto de 2009

Nuestra casa la llamaremos escondite

mis hijas son dos
la primera Violeta la mayor la más grande
la otra es Ema
la perla todavía disfruta del vientre materno
más movediza por cierto
aun cuando tan inesperada como la primera

Violeta es una dama
cuida su muñeca como si realmente fuera su hija
le busca abrigo la entretiene le da leche y cuando salimos piensa en llevarla
ella de ojos azul -mar azul piérdete en mis profundidades-
ella linda como la madre con algo del padre que todavía no se sabe bien que es
probablemente el temor a caer de las alturas
o la incontinencia urinaria
la misma que la lleva a nuestra cama

Violeta violencia como he osado llamarla no deja de atender lo que a otros
siempre observante siempre curiosa siempre preocupada por lo que pasa a su alrededor

Violeta juega con sus amigas mayores con sus primas aventajadas
las sigue las corretea les da la razón en casi todo
es enamorada de sus amigas es fan es impune a la crueldad de los más grandes

Violeta sabe que nacerá su hermana
la quiere cuidar darle su comida jugar con ella
pero de a poco mientras se acerca la fecha parto party ¿Cuándo se mejora la madre?
comienza a enfermar a ponerse llorona a querer cada vez más a su mami
y así van pasando los días
y así me voy escapando del trabajo para llegar temprano y salir al parque a enfrenar nuestros miedos
veo como tiritan sus piernas en escaleras metálicas que suben torres y castillos
igual que las mías sobre las rocas que escalábamos con el Diego
hay momentos en que dejo de mirar para no decir por veinteava vez cuidado
doy vueltas idas y venidas de acá para allá creyendo evitar el porrazo
pero nada ocurre de la manera esperada

cuando tomamos el camino a casa Violeta corre y echa carrera
ella tiene que ganar
sus ñurdas piernas le impiden alcanzar una velocidad de competencia
sus ñurdas piernas la llevan al suelo
y dice: papi me pegué
y la levanto con calma sin querer asustarla
y le pregunto donde
y sana sana potito de rana si no sana hoy sanará mañana
y el beso en el lugar del golpe
y se le va pasando
pero ya no quiere correr ni caminar
le ofrezco irse a caballito como Pecas Bill
y si me tira la oreja derecha yo acelero y salto y si la izquierda hago un berrinche y unos saltos más rápidos y espasmódicos un corcoveo tipo estornudo equino que me divierten tanto a mi como a ella
en casa buscamos agua helada y la tomamos sin temor a mojarnos
buscando mojarnos buscando pasarla bien mientras llega mamá

preparamos la comida cada uno en su cocina
a veces con música y otras sin

y ya casi no hablamos nos pedimos los aliños un poco más de agua nunca mucha que ya será hora de ir a la cama
ponemos la mesa
yo a un lado ella y la mamita al otro.

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