la dueña del restaurante
almuerza con las 2 cocineras
y las 2 garzonas
las cocineras y la dueña del local son gordas
una vez que los clientes abandonan
se sientan en la meza más cercana a la cocina
para el día de hoy: un contundente plato de porotos con riendas
el sorbeteo es efusivo y compartido en un ensamblaje digno de camareta
(ni que se les fuera la vida entre cuchara y cuchara
ni que se les fuera escapando algo más que el alma)
acto suicida
atentado terrorífico al esófago
la menuda dama toma pisco sour del tamaño de la catedral
la menuda dama agita la copa de la misma manera en que sus interiores se revuelcan ácidamente
abandonado en mi botella de vino blanco pienso en la farmacia.
Marzo: Revista Lecturas
Hace 13 años
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