En lo que creo (J.G. Ballard)

"Creo en mis propias obsesiones, en la belleza del choque de autos, en la paz del bosque sumergido, en la excitación de un balneario desierto, en la elegancia de los cementerios de automóviles, en el misterio de los estacionamientos para coches de varios pisos, en la poesía de los hoteles abandonados"

jueves, 24 de febrero de 2011

Consejos a mis hijas Por Jaime Bayly

(A Camila, por su cumpleaños)
No se casen.
Si se casan y el novio es rico, no acepten un acuerdo previo de separación de bienes.
Si ya se casan una vez, cásense al menos dos veces más.
No le pidan nada a Dios.
No le tengan miedo a Dios ni a los que meten miedo en nombre de Dios.
No esquíen.
No buceen.
No hagan canotaje.
No trepen montañas.
No sean trepadoras.
No salten en paracaídas.
No salten soga.
No vayan al gimnasio.
No se operen nunca nada, aun si les dicen que su vida está en riesgo. La vida siempre está en riesgo, mucho más cuando te operan.
No confíen en los médicos, en los políticos, en los psiquiatras, en los vendedores ni en nadie de aspecto humano.
Limítense a hacer lo que les dé placer.
No se limiten en hacer lo que les dé placer.
Bailen todo lo que puedan.
Traten en lo posible de no matar a nadie.
Si es inevitable matar a alguien, háganlo con delicadeza y compasión, procurando el menor sufrimiento a la víctima y no dejando huellas del crimen.
Matar puede ser divertido una vez, más ya es vicio. No se envicien. Si se envician, usen silenciador y disparen tres veces, por las dudas.
No vayan a velorios, funerales, misas ni casamientos.
Si matan, vayan al velorio y lloren un poco, es lo mínimo que pueden hacer. Una dama siempre sabe cuándo corresponde llorar.
No tengan hijos.
No adopten hijos.
Si tienen hijos, traten de saber quién es el padre.
Si tienen hijos, no los bauticen.
No les pongan sus nombres a sus hijos ni a sus hijas. Puestas a elegir, póngales sus nombres a sus hijos, así los confunden un poco.
No viajen. Caminen. Miren.
No estudien. Lean. Miren.
No lean nada que no les dé placer.
No lean mis libros.
No se maquillen.
No usen tacos.
No hagan el amor. Tengan orgasmos.
No viajen nunca sin un consolador y dos juegos de baterías.
No limpien la casa.
No cocinen.
No tomen pastillas para dormir.
No tomen antidepresivos.
No tomen.
No fumen.
Fumen un porrito de vez en cuando.
No prueben coca.
Piensen que este año puede ser el último.
No respondan los agravios. No inmediatamente.
Dicen que la mejor venganza es pasarla bien. Es una verdad a medias. La mejor venganza es dejar ciego a tu enemigo, que no te pillen y luego pasarla bien.
La única manera científica de medir la felicidad es el número de orgasmos que alcanzarán a lo largo de sus vidas. Que sean muchos (los orgasmos y los proveedores: traten de que no sean los mismos proveedores de Wong, por el amor de Dios).
No vayan a reuniones familiares. Si van, traten de sembrar cizaña y encender una discusión, luego ya se pueden ir más tranquilas.
No traten de ser amigas. Es imposible. Son hermanas.
Si les gusta el mismo hombre, traten de compartirlo. Si no se deja compartir, es gay.
Es aconsejable tener un amante oficial y uno (por lo menos uno) clandestino. Es aconsejable que el clandestino esté mejor dotado que el oficial. Es aconsejable que el oficial no sea oficial de la policía.
En caso de ser pilladas, no se disculpen, no nieguen las evidencias, búsquense otro amante.
No recen. Nadie escucha. Mejor canten.
No esperen que nos encontremos en el más allá. Pero si llegásemos a encontrarnos, por favor no me despierten si estoy durmiendo.
Usen sombreros.
Huelan las rosas.
Maten mosquitos.
Beban un vaso de lluvia escandinava.
No esperen nada bueno de la gente.
No amen al prójimo, desconfíen de él.
Las orgías no son recomendables, se pierden los zapatos y los relojes con facilidad.
No pidan consejo a nadie. Hagan lo que les salga del corazón. Si no les sale nada, no hagan nada. Ante la duda, abstente. Ante la certeza, duda. En cualquier caso, abstente.
No hagan caso a nadie de la familia, salvo a mi hermano Javier.
Aunque solo sea por una vez, hagan el amor con una mujer. Aunque no les provoque, háganlo por respeto a mí, como un homenaje a mi memoria.
Vuelen en globo.
No hagan dietas. Engorden. Soben con cariño su panza. Pónganle un nombre. Hablen con ella.
Un día cualquiera, en una ciudad cualquiera, escúpanle sin razón alguna a un peatón. Sigan caminando. No se disculpen.
No se pinten el pelo.
Si llegan a tener canas, no se las pinten.
No usen hilo dental en las nalgas. En los dientes, de vez en cuando.
No busquen la felicidad. Busquen el punto G. Allí habita.
Nieguen con absoluto cinismo todas las flatulencias que despidan. Atribúyanlas a otros.
Mientan todo lo que sea innecesario.
Si un amante te deja, no te ahorres un par de insultos.
Si un amante te deja y luego te pide perdón y quiere volver contigo, no lo perdones, insúltalo un poco más.
Si un embarazo las sorprende, hagan todo lo posible por parir a ese crío.
Si abortan, no se arrepientan.
Si no abortan, tampoco se arrepientan.
Traten de que no las sorprenda un embarazo.
Estar sola puede ser una cosa muy buena.
Dormir sola puede ser una cosa muy buena.
Vivir sola puede ser una cosa estupenda.
No hagas a los otros lo que no quieres que te hagan a ti. Pero si te hacen algo que no querías, hazle algo peor a esa persona o a cualquier otra persona. No te quedes con las ganas.
Si tienes un hijo, llámalo Circuncisión.
Si tienes una hija, llámala Clítoris o simplemente Clit, que es más glamoroso e internacional.
A Circuncisión no te olvides de hacerle la susodicha operación cuando nazca. No dejes pasar el tiempo.
No confíen en un hombre al que no le gusta el fútbol. Tampoco confíen en uno al que le gusta el fútbol. Desconfíen de ambos, pero más del primero.
No se acuesten con un magnate ruso. No se jueguen la vida de esa manera.
Nunca acepten nunca una taza de té de un magnate ruso residente en Londres. Puede que no le echen azúcar o sacarina al té, sino plutonio 210.
Tengan sexo con un negro al menos una vez en la vida, por respeto a lo que sufrieron los esclavos. En circunstancias ideales, que no hable ninguna lengua comprensible para ustedes.
Traten de recibir más regalos de los que den. No es cierto que goza más el que da.
Solo den limosna a los que tocan el violín en la calle.
Recuerda que esa violinista callejera podrías haber sido tú.
Si no aprenden a tocar la guitarra, el piano o el violín, aprenden al menos a tocarse a sí mismas.
Si llegan a viejas, en alguna reunión navideña simulen un ataque de Alzheimer y echen a todos de la casa acusándolos de ser unos intrusos.
Si tu chico se pone tu calzón, déjalo, no lo regañes. Pero no vuelvas a ponértelo tú.
No hagan el amor en la ducha, en el ascensor o en el baño de un avión. Eviten lugares resbalosos o movedizos. Las escaleras son más seguras.
Si un hombre no sabe ponerse un condón, échenlo enseguida de la casa y no lo vean más.
Si se pone dos condones, échenlo también, díganle pusilánime.
Siempre que les convenga, nieguen que son mis hijas y digan que no me conocen.
Siempre que les convenga, digan que son hijas de mi tío Walter, que es un gran tipo. Da más prestigio y abre líneas de crédito.
Cuando arrojen mis cenizas al mar, asegúrense de no tener el viento en contra.
En caso extremo, conviértanse a cualquier religión que les permita salvar la vida.
No digan que son ateas. Suena mal. Digan que son agnósticas. Suena a que están investigando algo científico.
No se vuelvan mormonas. Se puede malinterpretar.
No traten de tener éxito. Es un estrés. Traten de aprender a estar bien con pocas cosas y pocas personas. Si no aprenden, acostúmbrense a estar mal, encuéntrenle un cierto gusto, disfruten del fracaso. Tal vez eso sea precisamente el éxito.
Resumiendo:
Limítense a hacer lo que les dé placer.
No se limiten en hacer lo que les dé placer.
Suerte.
Buen viaje



martes, 22 de febrero de 2011

Breves historias de asesinos seriales Patagónicos, el Aspirina.

Le decían el Aspirina. Era un dolor de cabeza. Según el comisario sus asesinatos presentaban dos rasgos distintivos: fracturar la rodilla derecha y enviar cartas con sentidos pésames a los familiares de sus víctimas. El mismo comisario aventuraba explicaciones hipotéticas respecto del afán de doblar piernas derechas y dejarlas mirando en sentido opuesto. La hipótesis que recuerdo era la del hermano mayor que quiso ser futbolista y practicaba con él, fantaseando con distintos escenarios y situaciones posibles. Llegó la hora de la ficción, su equipo se encontraba en desventaja, 9 contra 11, resistían el cero y debían mantener el resultado, no importaba que le expulsaran. Aspirina, de un momento a otro, se convirtió, al menos para el mayorcito, en el wing habilidoso que todo defensa uruguayo quiere destrozar. Todavía con la pierna rota se dio maña para golpear el rostro de su hermano una y otra vez, tomó su cabeza y la azotó contra el árbol que por momentos era el vertical más lejano del arquero. La costumbre de enviar cartas de condolencia comenzó tristemente con su madre. 

jueves, 17 de febrero de 2011

Entrevistándome antes de aparecer en Revista Tv Novelas -Cuestionario de Proust-.


¿Cuál es su idea de la felicidad perfecta?
La idea de la felicidad es molesta, siempre andan promoviéndola y es tan escasa, es como los créditos hipotecarios: por un momento de felicidad te pasas  la vida pagando intereses. Claro que he vivido de esos pocos, intensos y fúlmines momentos. Hay algunos que recuerdo: la noche romántica del Lunes después de un encontronazo con mi amada. O escuchando a Ema, mi hija de dos años, que saluda al transeúnte varón, llamándole caballero; felicidad instantánea y reciclable. En todo caso, planteada así la cosa,  la felicidad no puede ser perfecta. Nunca me gustó sacar nota 7.

¿Cuál es su miedo más grande?
El miedo más miedoso que tengo siempre ha sido a la altura, subir una escalera de Bomberos puede ser mi atroz pesadilla. Después, tengo miedos a que mis hijas sufran, a que Chandy deje de amarme, que la familia se vaya al carajo. Soy bastante miedoso, aunque depende bastante de como ande la autoestima. Años atrás sólo le tenía miedo a la altura, nada más.  Me tiritaban las piernas, perdía el sentido, la razón se nublaba sólo por asomarme a un barranco o por subir una clásica roca costera, jamás he podido tirarme un clavado Acapulco, ni he estado cerca de saltar en Benji. Envidio profundamente quienes suben árboles. Me culpo por haber traspasado este temor medio impotente a mi hija Violeta, la primera, con la que ensayé para corregir estos miedos con Ema. En cambio a ella la miro, la espero a brazos urgentes debajo del árbol deseando evitar su chancacazo. Y aprovecho de criticar férreamente a los paisajistas o diiseñadores o responsables de las escasas plazas con juegos para niños, ¿han observado el piso bajo los columpios?, ¿en los resvalines? Piedras, concreto, en fin, directo a la posta. Aconsejo el seguro de accidentes en cualquier nueva y acondicionada clínica privada, en la Alemana por 50 lucas el año calendario, te atienden enfermeras y educadoras de párvulo, dos fantasías en una pasadita.

¿Cuál es el rasgo que más deplora de usted mismo?
La creciente flojera, la incapacidad ascendente para evitar el aburrimiento en los espacios laborales. O no me gusta la idea de trabajar o me estoy volviendo un weón recontra flojo. Deploro también mi orgullo ciego, sordo y mudo.

 ¿Cuál ha sido su mayor atrevimiento en la vida?
Qué duda cabe, atreverse a ser padre, asumir el condoro con gallardía y dejarse amar. Cortarme el pelo en razón de lo anterior, bailar a ojos cerrados, bañarme guata al aire con sunga en piscinas y balnearios chic, superar la vergüenza de leer poesía en público (Sebastián, piscolas y paraguas de por medio) y terminar mi tesis: lejos la señal más clara de que todo en la vida me costaría sangre, sudor, lágrimas y mucho pero mucho auto flagelo.  

¿Cuál considera que es actualmente la virtud más sobrevalorada?
Las virtudes, valores y principios hoy son pura retórica. Eficiencia. lealtad, humildad, responsabilidad. En fin lo que un día aplica al otro los medios, la vida, los políticos, la nueva forma de hacernos cagar lo declara obsoleto y hace figuritas de papel con él; y ya sabemos: las hojas se la lleva el viento. Los 10 mandamientos y “la cacha y la espá”. Esto se trata de sobrevivencia, la realidad actual es que nos faltan líderes modélicos a quienes seguir, que nos inspiren y nos ofrezcan estas virtudes a modo de copia desfasada, siempre fallida y vagamente similar a la original. Bielsa lo fue por instantes, yo lo respeto y seguiría a la china, pero nunca tuve el valor de pasearme por Pinto Durán, porque tampoco tengo la valentía de atreverme a ser una pizca de lo que él es. Mejor, prender un cigarro, abrir una cerveza, ver su despedida, llorar y quejarme sanguinariamente hasta que todos los jiles lo olvidemos. O, bien puede ser, hasta que le compre a mi hija, para sus quince añicos, una polera vintage (en la nueva tiendita del Clinic ubicada en el nuevamente remozado  Parque Arauco) con su imagen en blanco y negro, y una leyenda que diga: ama el césped.

¿Qué es lo que más le disgusta de su apariencia?
La guata, tengo mis rollos con los rollos que llevo en ella. Convengamos en que pude ser distinto, he sido flaco, pero he pasado la mayor parte de mi vida con la guata de manera más o menos llenita. Nunca me ha tapado la vista, siempre he podido revisar mi pirula, eso si las poleras ajustadas las estiro hasta sus límites y si no dan, no las uso. De pendejo me molestaron bastante con mis orejas, lloré arto llegando a casa pero madre fue sabia y siempre me aconsejó bien, calma, sin respuestas, el silencio y desprecio a la estupidez, al bulling lo que es del bulling. Pero en la verdad de mi historia nunca me complicó mucho el tema, de hecho ahora que he vuelto a usar el pelo corto, Don Carlos mi peluquero favorito, un clásico de navajas que ya no las usa por haberle cortado el cogote a un viejo fascista que se movía mucho con un tic como los del presidente (¿no habrá algún remedio o tratamiento millonario para este pobre caballero?), una vez él me pregunta: ¿le descubro las orejas?. Uno, no me las está descubriendo, son famosas, y segundo, a estas alturas, estimado Don Carlos, ¡¡¡que mierda importan las Orejas!!!

¿Cuáles son las palabras que más usa?
Los garabatos, casi todos, que son unas muletillas muy difíciles de filtrar.
  
¿Qué es de lo que más se arrepiente?
Me he equivocado un montón innumerable de veces, pero arrepentirme, ¿ma qué eso? (¿italiano?). No, pienso en aceptar mis errores, en pedir las disculpas del caso con mayor  o menor emoción, con mayor o menor convencimiento, pero arrepentirme no.
Aunque si me arrepiento de haber devuelto los 100 mil dólares que encontré botados, en un fajo con un elástico muy al estilo Donny Brasco, en la arena de una playa perdida al sur de machupichu. También me arrepiento de no haber robado el libro Meridiano de Sangre de Cormac McCarty de la casa de una amiga que yo sabía que ni ella ni su divorciada madre leerían jamás. En fin me arrepiento de no haber hecho cosas malas.

¿Cuál considera que es su estado actual de ánimo?
A veces pienso que mi animus depende mucho de las expectativas que tengo de lo que puedo hacer en el día, en este sentido el estado actual de mi ánimo es bastante malo. Hoy no hay carrete ni comida ni paseo a la vista. Otra cosa que afecta mi ánimo son las noticias de la mañana, la ducha: la calidad y temperatura del primer chorro de la ducha. Y finalmente tendría que afirmar que si el café es cargado y de grano se puede mejorar casi todo lo demás.

¿Cuál es su posesión más preciada?
Pienso ser copión en esta respuesta porque cuando la leí me pareció que yo debiera decir en este juego ficticio algo similar: Aún cuando mis dos hijas no son posesión mía, las tengo en comodato idealmente por quince años, como corren los tiempos y las lluvias y los cambios climáticos y barrio culturales es posible que revisemos junto a SENAME el contrato anticipadamente, pero en definitiva ellas son lo más importante que tengo y tendré por siempre. El resto uno que otro libro, mi caña y moscas de pesca y nada más. Mis otras posesiones son todas del banco y no valen nada.

¿Cuál considera que es la peor miseria?
Vivir para trabajar y trabajar para vivir, cualquiera de estas dos afirmaciones son miserables pues deberíamos decir: vivir haciendo el amor, tomando, jugando, pasándola rico. Todos para arriba. Mira, como dijo el Charly la otra vez: cuando el mundo tira para abajo, es mejor no estar atado a nada. Y claro, eso lo dice el que ocupa zapatillas con velcro, pero uno ajilao, atrapado al sistema, cobarde hasta las entrañas qué puede decir, ¿Qué puedo decir?. Y la pobreza y los niños y las dictaduras y la suciedad de sociedad en qué vivimos, siempre dije que no quería traer niños a este planeta y aquí estoy, papucho de dos bellezas, buscando cómo ganarle esta partida al lunes, martes, miércoles, jueves y viernes, porque los dos pequeños días sábados y domingos creo que los llevo ganados, por ahora.

¿Cuál es la cualidad que más le gusta de una mujer?
Entre hombres y mujeres no encuentro muchas diferencias, las que conozco son porque yo soy hombre y cada vez que me da por pensar en estas leseras lo hago aquí, sentado en este wáter hediondo.
Ahora, si pienso en mi mujer, que es mi esposa y la madre de mis dos hijas, tendría que decir que me gusta todo lo femenino, su histeria y locura, su llanto apresurado pero a la vez su coraje, valentía, sapiencia, su cuerpo, uf mi dios gracias por ponerles una costilla menos. Por eso creo que Shakira es hombre.

¿Y en un hombre?
En la misma lógica anterior me gusta la neurosis, me caen bien los Woody Allen, los débiles, llorones, borrachos, pero no de cerveza como decía hoy el “atropellado” de Charly Sheen (el prefiere los borrachos de Vodka porque son más predecibles, chucha conociera a los borrachos de pisco), actor que, a todo esto, sólo conozco por sus notables películas noventeras Rambo y Calígula. No me gustan los metaleros que se las dan de rudos y en la dura andan juntando peluches en su pieza que en realidad es una pieza que está en la casa de sus padres y que le regalan tortas a sus pololas que también andan de bototos para el día de los enamorados, tortas weón, tortas. Otros que me están callendo como las reverendas son mis vecinos que andan vendiendo la pomá con sus terapias florales e himánes, que se las dan de Hippies y son unos cochinos, flojos y mala leche. Me gusta, sin histeria y sin neurosis, la gente bruta del campo, los mapuche del sur y los aymara del norte. Me gustan, ahora mucho más todavía, los magallánicos, que están recién empezando.

¿Quién es su héroe/heroína de ficción favorito?
Mi abuelo, es un héroe en la ciencia ficción y un carajo en la realidad, como prefiero quererlo, lo defino como personaje, lo dejo en ese lado ficticio y le quiero y amo mucho.

¿Quién es su héroe/heroína real favorito?
Son dos: Butch Cassidy y Sundance Kidd, que con otros rufianes formaron la famosa “Wild Bunch” (pandilla salvaje)  quienes llegaron a la Patagonia Argentina arrancando de unos polis privados de la agencia Pinkerton, pasaron por nuestro Chile y terminaron su vida robando bancos y trenes en Bolivia.

¿Cómo le gustaría morir?
Bajo el agua, entregado.

¿Qué apodos tiene?
Desde la pre historia hasta ahorita no más: Fran, Dumbo, Pailón, Paila, (Caricias), Orejón, Rusia, Rusio, Rusiete, Pancho, Emperador, Oráculo y papi, papucho, papo, que son los que más me gustan.

¿Dónde y cuándo es feliz?
En la casa, en un asado, en el estadio viendo futbol, comiendo un saguruche en el Cyros, comiendo unas mollejitas saltadas en el Cajamarquino, comiendo unos choritos con la Violeta, haciendo el amor con la Rusia en cualquier parte, fumando un porrito, piscoleando con los amigos, subiendo un cerro con mi hermano, pescando, leyendo, escribiendo vertiginosamente sin filtro ni edición, cagando mientras leo, escuchando música a todo cañon medio que me pongo a bailar, en fin ¿ya les dije que le felicidad era un invento socialdemocratacristiano de fin de siglo que los griegos nunca compraron porque preferían ser activos en el sexo con niños sin mucho pelaje?.

¿Cuál es el rasgo de personalidad que menos le gusta de un hombre?
Esos rasgos tan de posmo lacaneano de observador acusioso, prudente, de palabras agudas ácidas e hirientes que solo esconden no sé qué atributo o defecto más fome que el anterior. Puta weón tomate un trago, relájate, fuma un poquito de esto y disfruta la vida, no hay como decir idioteces y después hacerte responsable de ellas. Esos weones debieran ser torturados con esas sustancias que te hacen hablar hasta por los codos y contar todos tus secretos. Freud usaba cocaina, si sirve entonces póngale.

¿Qué o quién es el más grande amor de su vida?
¿Cómo qué? Onda ¿mi muñeca inflable 2.0?. No pues, quién, y si no lo tienes dices no le conozco aún. En mi caso, la Rusia y las dos Rusitas.

¿Cuándo miente?
De forma permanente y elaborada, creo en la mentira como el aliño fundamental de este menjunje que es la vida, sino fuera por ella parecería una papilla de guagua, preparada por mamita sobreprotectora en estado cuatico después del parto que no pueden comer repollos, que no coma porotos que no la traigas al mundo mejor, piensa bien qué haces con tu chori pues.

¿Qué no perdonaría?
Desconozcolo, porque soy super aplicado en el perdón, muy cristiano apostólico y romano para eso, además que creo ser consecuente: si la cago tanto tanto más perdono. Ahora anda a saber tu con lo que uno se encuentra en esta vida. ¿O no Proust?

¿Qué le hace reír?
La grua de Villouta y Werne en sus programas radiales, las galletas de mariguana, Pablo Blanco y sus tonteras, la Ema y sus locuras, la Violeta y sus gustos tan de mujer, tan de vieja pituca, tan de señorita.

¿Qué te hace llorar?
Soy llorón y mentiroso desde cabro chico. He llorado, en mi vida he llorado. Por amor, por teleseries, por fútbol, por alegría contenida, por risa desbocada, por angustia, por vomitar. Nunca por No cagar (en caso de que alguien estuviera pensándolo). Por dolor, por mis muelas, he llorado para no ser pateado, para conseguir un aumento de mesada y para que mis padres me dejen llegar a las tres y media después de fiesta con gorilas del colegio.

¿Cuál considera que ha sido su mayor logro?
No he logrado nada. Nada por mi mismo, ni solo, todo ha sido gracias a otros. He logrado avanzar en varios desafíos insignificantes y otros gigantes me han quedado como poncho. Lograr ser padre no significa hacerlo bien, es como casi todo, una tarea pendiente y que no tiene fin, ni en la muerte ni después de ella. En el cielito o en el limbo (aun cuando preferiría el infierno de Condorito) me veo trabajando todavía, así como diciendo: chucha yapo ¿cuanto falta para el fin de semana? o ¿chucha esta temporada no hay días sanguches?, qué futuro más horrible. Como señalase Don Marcelo Bielsa, son más las derrotas que los triunfos y sobre ella vale la pena conversar, de lo otro na ni na. Mi mayor derrota claramente es no haber dado el ancho como futbolista o no haberme atrevido ni aventurado con la Dirección Técnica, derrota es no saltar desde lo alto. ¿capichi?

¿Para usted qué es un buen insulto?
¿Un buen insulto es lo mismo que una buena chuchada?. ¿El concepto empapelar vale como un buen insulto?.  Desde hace poco me volví un gran insultador, gracias a la escritura he podido expresar la más ordinaria y certera combinación de puteadas que yo conociese, ¿no será mucho? me han preguntado, no lo sé, ¿estaré desarrollando una carrera emergente de la papelería misma?. Todo comenzó cuando nos robaron el auto, lo supe bajándome de mi querida D18, me devolví rápidamente al departamento a acompañar a mi mujercita que estaba con las niñas, fuimos a la comisaría tramitamos el asunto, nos dijeron que estábamos prácticamente cagados, pensé en las cuotas bancarias, mantuve la calma, la mantuve por horas, volví a tomar la D18, llegué al trabajo, saludé sin explicar nada, entré a mi despacho, me senté, encendí el PC y abrí world y ahí, en un acto místico, interno inconsciente, sin la mano de dios ni de su pirula, escribí de un respiro una diatriba que resultó ser la primera de muchas.

¿Cuál es su idea de la fidelidad?
La misma que la de mi señora afortunadamente, aun cuando ninguno de los dos la tenga muy clara.

¿Cuáles son sus músicos preferidos?
Previo a responder debo decir que odio los rankings y todo tipo de categorizaciones que es lo mismo que haré a continuación, por lo tanto caigo y me presto a jugar este juego del cual seguro no sabré salir. Y los que saben, bueno dejen la soberbia y sonrían. Podría separar mis preferencias musicales en dos tipos, ambas son mi preferidas:
Musica lírica poética de fogón: Sui Generis, Spinetta, Bob Dylan, Victor Jara, Violeta Parra, Leonard Cohen, Jhonny Cash, Nick Cave, Calamaro, Sabina, Nick Drake y todos los que olvido y no he alcanzado a oir.
Música frenética soulsísima de los cojones: Schostacovich, Mahler, Bach, Robert jhonson, Charly Parker, janis, Jimmy Hendrix, Lou Reed, Velvet Underground, Clash, The stoogies, Morphine, Rolling, Cure, Nirvana, Sonic Youth, Charly, Sumo, Prisioneros, Puta Marlon y todas las chicas del montón.
Y pueden ver que la he líado, nada nuevo, nada original afortunadamente.

¿Sería capaz de matar?
Si claro, lo he hecho innumerables veces: a insectos, aves y peces, un par de gatos y un perro. Nada de lo cual pueda arrepentirme ni sentirme orgulloso, menos hoy que es tan mal visto pues, de todas formas siempre lo hice por hambre. Y si me preguntas, querido Proust, por los seres humanos me parece que se lo merecen (proporcionalmente) en un grado mayor a los otros seres que mencioné. Pero no creo, me faltan agallas.